La verdad sea dicha, me gustan los juegos con “extrema falta de grĆ”fico”, si al puro estilo de ATARI, ya que el Ćŗnico requisito que busco, es que me entretengan.
Apricots lo descubrimos KZKG^Gaara y yo cuando usĆ”bamos Archlinux y desde entonces lo juego unas 5 veces al dĆa.
El objetivo del juego es muy simple, solamente tenemos que despegar un avioncito desde nuestra base y destruir las bases y aviones enemigas.
Con cada objetivo derrotado se van adquiriendo puntos, y ganarÔ el primero que obtenga la mayor puntuación. Tanto los aviones, el modo de juego, como la cantidad de puntos y enemigos, se pueden cambiar en un archivo de configuración.
Hay casas y edificios civiles, que de ser destruidos te van restando los puntos alcanzados. TambiƩn hay torres de defensa anti-Ɣrea que se encargaran de derribarte.
Y por ahà mÔs o menos va la cosa. Para instalarlo en Debian es suficiente recuperar el paquete de los repositorios de Arch.
Para instalarlo solo tienen que descomprimir el fichero, y copiar su contenido según estÔ ordenado en su interior. O sea, lo que estÔ dentro de la carpeta Bin para /usr/bin y lo que estÔ en Share pues para /usr/share. Luego solo tienen que llamar la aplicación desde el terminal o con el lanzador de aplicaciones ( [Alt]+[F2] ).
Las configuraciones se pueden cambiar en el fichero /usr/share/apricots/apricots.cfg
Capturas de pantallas.
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